El rendimiento de los bonos subió el pasado viernes 8 de Marzo después de que la tasa de desempleo cayera a su nivel más bajo en cuatro años, este dato disparó las expectativas de crecimiento y al mismo tiempo cae la demanda por inversiones libre de riesgo como son los bonos del Tesoro. Según los analistas las subidas de tipos de interés a largo plazo de los bonos podrían continuar a lo largo del año, dando lugar a pérdidas para los tenedores de bonos actuales, ya que los precios suelen moverse en dirección opuesta a los tipos de interés que pueden subir si la economía continúa mejorando y aumentan las expectativas de inflación. En algunos casos, incluso un aumento marginal de la tasa de interés podría provocar una caída del precio de los bonos de tal dimensión que no fuera compensada por los ingresos por intereses de un año.
Pero los inversores al preguntarse si deben vender sus bonos tienen que sopesar los riesgos de la tenencia de bonos frente a los riesgos de otra clases de activos, como las acciones y por supuesto tener en cuenta la posibilidad de que los tipos de interés puedan bajar un poco más. Como veis no se trata de una decisión sencilla.
La pregunta del millón es ¿Cuánto caería el precio de un bono si las tasas de interés suben ? Por supuesto la sensibilidad depende de lo lejos que este el vencimiento, por lo que si tienes bonos con vencimiento a largo plazo la caída ante subidas de tipos de interés es mayor que en los bonos con vencimiento a corto plazo. Por otro lado los bonos con rendimientos más bajos también pueden ser más vulnerables a los descensos de los precios si los tipos de interés y/o la inflación aumentan, ya que las personas que poseen estos bonos tendrían muy poco margen de seguridad para conservar sus ganancias en términos reales.
Para que nos hagamos una idea de que detrás de los bonos también hay riesgo y nos demos cuenta de la dimensión del mismo, os pongo un ejemplo aproximado, si tienes un bono del Tesoro a 10 años que te renta un 2 % si suben los tipos de interés hasta el 2,5 % para las nueva emisiones sufrirían una pérdida de un 4,5 %, por lo que después de recibir el cupón del 2% de interés acumularía una pérdida neta de un 2,5 % en el año. Como nota informativa en EEUU algunos expertos creen que los bonos del Tesoro podría pasar del 3% a finales de año si la economía continúa aumentando el ritmo de creación empleos y esto daría lugar a una caída de casi el 10% en los precios de los bonos.
Como he dicho anteriormente si el bono que tenemos es a 30 años vería pérdidas aún más dramáticos nada más que una subida en emisiones similares de tan solo 0,5 puntos porcentuales provocaría una pérdida de casi el 10 %, si el aumento es del 1 % la caída sería del 20 %. ¿ Quién ha dicho que no hay riesgo o que el riesgo es muy pequeño ?
Una nota 3-años del Tesoro en EEUU, por ejemplo, en la actualidad produce alrededor de 0,4%. Si las tasas de los bonos aumentan en 0,5 puntos porcentuales, hasta el 0,9%, lo cual es poco probable,el precio de los bonos se reduciría un 1,5 % mientras que un aumento de la tasa más realista de 0,1 puntos porcentuales, daría lugar a una caída de los precios del 0,3% lo cual equivaldría a perder todo el cupón del año.
Ante este riesgo de subida de los tipos de interés ¿Qué más se puede hacer aparte de vender los bonos de mayor duración y trasladarse a bonos de corta duración ? Pues una alternativa según muchos expertos aunque parezca mentira pero parece razonable teniendo en cuenta el riesgo anterior son las acciones que en términos relativos ofrecen rentabilidades atractivas en comparación con los bonos o la liquidez ya no solo porque hay muchas empresas de gran capitalización con rentabilidades vía dividendo por encima del 2 % sino que si la economía mejora -como parece- se van a ver beneficiados por la revalorzación de las acciones por lo que pueden ser una buena cobertura a largo plazo contra la inflación.
Pero si no te quieres mover de la renta fija otra posibilidad es vender los bonos Investment Grade o Alta Calificación e invertir en bonos corporativos de alto rendimiento, ya que aunque tienen un mayor riesgo que se puede ver mitigado por las mejores perspectivas económicas no es menos cierto que ofrecen mayores rentabilidades.