Son muchos, los obstáculos estructurales que frenan nuestro crecimiento económico pero hay un aspecto que caracteriza una economía como la de España y ese no es otro que el gran fracaso de la creación de empleo motivada fundamentalmente por la controversia existente entre nuestro marco laboral y sindicaldesde luego, los obstáculos estructurales e institucionales que frenan nuestro crecimiento económico pero el principal, el que hace de España un caso único en el mundo desarrollado, es sin duda, nuestro marco laboral y sindical que es absolutamente incompatible con el crecimiento económico ya que es inexplicable que durante el periodo de máximo fervor económico la tasa de paro no haya bajado por debajo del 8% ¿cómo se puede explicar esto ?
Pero es que esto no queda aquí ya que si durante el periodo del boom el paro es demasiado alto durante la crisis la situación no es mejor y les daré unos datos: crecimiento real de Grecia entre 2007-2011, -10%; el paro pasa del 8% al 16%. Crecimiento real de Portugal entre 2007-2011, -4%; el paro pasa del 9% al 12,5%. Crecimiento real de Italia entre 2007-2011, -5%; el paro pasa del 6% al 8,5%. Crecimiento real de Irlanda entre 2007-2011, -10%; el paro pasa del 4,5% al 14,5%. Crecimiento real de España entre 2007-2011, -2,1%; el paro pasa del 8% al 21%. Somos el país que menos decrecemos y en el que más aumenta el desempleo. Algo no cuadra, y más allá del posible maquillaje estadístico, lo que no cuadra es nuestra legislación laboral.
Nuestro principal problema es que tenemos un marco laboral regulado a través de los convenios colectivos que son algo parecido algo a un mísil lanzado, donde solo tiene marcha hacia adelante y nunca hacia atrás y que me quiten lo bailao, unas relaciones laborales absolutamente inflexibles y que nos depara situaciones tan paradójicas como esta en 2.008 en el sector de la construcción mientras se destruían en los últimos 12 meses casi 250.000 empleos los sueldos subían un 3,7 %, y de esto que podemos esperar pues un paro de casi 5 Millones de personas.
Y ahora que suplicamos por soluciones, estas no son muy populares, ya que cuando se destruye empleo esto está motivado porque los empresarios no pueden emplear de forma rentable a los trabajadores; y para solucionarlo solo hay dos formas de conseguirlo que por supuesto son complementarias y no excluyentes: bajar el coste del factor trabajo y/o mejorar la competitividad desarrollando nuevos modelos de negocios.
Pero el problema es que el desarrollo de nuevos modelos de negocios más competitivos como podéis imaginar no es cuestión de semanas ni siquiera de meses más bien de años, por lo tanto sin abandonar el otro camino no nos queda otra que abaratar el coste del factor trabajo nos guste o no sino el problema del paro me temo que se va a enquistar durante mucho tiempo. De todas formas para rebajar el coste laboral no solo se trata de bajar sueldos ya que hay varias posibilidades (no excluyentes): o menores salarios por hora trabajada, o menores cotizaciones a la Seguridad Social, o menores remuneraciones no salariales (coste del despido, por ejemplo) o menores prebendas para los sindicatos (coste de los liberados). La reforma laboral que necesita España consiste en que no sean los políticos quienes elijan qué parte del coste laboral nos van a rebajar, sino en que lo decidamos nosotros negociando vis a vis con nuestros empleadores (que no, no son el coco).
Bueno pues dicho lo dicho, vamos a por los sindicatos que son unas organizaciones que con tan solo un 6 % de afiliados dentro del universo de los trabajadores se autoadjudican la potestad para negociar todas nuestras condiciones laborales, nunca ninguna organización con tan poco apoyo ha alcanzado tan altas cotas de represenatatividad con una inoperancia tan manifiesta como la demostrada en el comportamiento del paro tanto en épocas de crisis como boom económico.
El gran motivo no es otro que la falta de sentido de estas organizaciones que han mutado desde un sindicalismo revolucionario de inspiración marxista del siglo XIX al sindicalismo institucionalizado de hoy, convertido al reformismo a cambio de increíbles privilegios y muy generosas subvenciones estatales. Gobiernos de todos los signos, incluidos los de los últimos años del franquismo, han estado siempre dispuestos a conseguir la “paz social” a cambio de otorgar generosa financiación y amplios privilegios y poderes a los aparatos sindicales.
Esta evolución ha convertido a estos sindicatos en cúpulas de interés económico que descansan al calor de su dependencia de las subvenciones del ejecutivo a quien rinden pleitesia al igual que a aquellas personas que tienen un puesto de trabajo ignorando a todos aquellos trabajadores que están en el paro.
Me quieren explicar como pueden los sindicatos defender los intereses de los trabajadores frente al Ejecutivo, cuando este último es quien los sostiene proporcionándole anualmente a UGT y CCOO unas subvenciones de unos 16 Millones de Euros que les permite subsistir, pero esto no es todo ya que la mayor parte de las sedes de estos sindicatos están ubicados en edificios propiedad del Patrimonio Nacional, casi unos 600.000 m2 sin pagar ni un duro de alquiler lo cual equivale a otra ayuda de unos 150 Millones de Euros al año, o sea que si se ponen tontos no tienen ni dónde reunirse. Y además la crisis le sienta bien ya que desde 2.006 las subvenciones se han incrementado un 50 %.
Otro gran regalo para los sindicatos es el chollo de la formación continua que para los empresarios se torna en un sobre coste de un 1,65 % sobre el salario base que se le entrega a la fundación Tripartita formada por UGT, CCOO y CEOE, este coste no es nada más nada menos que de unos 2.500 Millones de Euros de los cuales un 3 % se lo queda la fundación, a la saca otros 650 Millones de Euros, ah recuerdo que la anterior asociación FORCEM tuvo que disolverse ya que los cursos no se impartían.
Pasamos a otro capítulo bochornoso y que no ayuda en nada a la competitividad de nuestra economía y es la sangría de los liberados sindicales que son profesionales del sindicato pagados por la empresa como si estos no tuvieran dinero con la cantidad de prebendas y subvenciones que reciben, pues este capítulo que parece anecdótico no lo es tanto ya que actualmente en España hay casi 350.000 liberados sindicales que supone un coste de 1.664 Millones de Euros, ¿ dónde esta la independencia si uno de sus principales sostenedores son las propias empresas ?.
Pero lo verdaderamente surrealista es su alineación no en contra sino a favor del paro ya que para quién no lo sepa cuando se produce un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) los sindicatos le cobran una comisión a los trabajadores que bastante desgracia tienen con caer en el paro para que una vez despedidos tengan que entregar un porcentaje importante a los sindicatos, el conflicto de intereses es tan patente que en el reciente ERE de Telefónica l a empresa propuso inicialmente despedir a 6.400 trabajadores, pero luego aceptó “la propuesta de los sindicatos mayoritarios de vincular la duración del ERE con la del convenio” y, como resultado, el número de despidos aumentó hasta los 8.500¿ no sería más lógico el pagar esa comisión si lograran un puesto de trabajo ? pero claro se nos olvida que estas organizaciones funcionan de otra forma y con otros intereses.
Y volviendo al inicio aquí de lo que se trata es de crear empleo a corto plazo y dinamizar la economía para lo cual es necesario por un lado instaurar políticas que ayuden o faciliten la búsqueda de nuevos modelos de negocio más competitivos a medio plazo y a corto plazo no demos dar más vuelta ya que hay que bajar el coste del factor trabajo ,donde aunque parezca que no hay mucho por hacer -y no se trata solo de contener los sueldos de los trabajadores – sino de llevar a cabo una devaluación interna dentro de la Zona Euro para lo cual propongo las siguientes medidas:
- Por un lado poner a los sindicatos en cintura donde conseguiríamos un ahorro de costes salariales del orden del 5 % (4.000 Millones Euros) y que estos se sufragen de sus afiliados y quizás les fuera mucho mejor de lo que les va.
- Subir el IVA ya que en España hay un tipo del 18 % frente a Alemania, Francia e Italia que están en el entorno del 20 % con lo que se consigue aumentar el precio de los productos a nivel interno, bajando el consumo y aumentando el interés por la exportación ya que estas no se ven afectadas por esta medida y desincentivamos las importaciones.
- Rebajar las cotizaciones de la Seguridad Social a cargo de la empresa que en España es del 30 % mientras en Alemania es del 19 %, con lo que haríamos más competitivo el factor trabajo y con la subida del IVA compensaríamos la merma en recaudación.