Después de una semana como la que hemos atravesado en la que parecía el fin del mundo económico, recordar que todo comenzó con la pérdida de la triple AAA a EEUU el pasado sábado seis de Agosto como consecuencia de la gran deuda acumulada por USA a lo largo de los últimos años y el debate abierto sobre el aumento del techo de deuda entre republicanos y demócratas que finalmente fue acordado a cambio de un raquítico recorte de gastos de un 5 % durante los próximos 10 años.
Lo que subyace a todo esto no es otra cosa que el gran despilfarro público ejecutado por los Estados de la mayor parte de países desarrollados que desde los años 70 comenzaron una carrera desaforada por y para el Estado de Bienestar , que ha adquirido unas dimensiones absolutamente insostenibles tanto económica como demográficamente ya que si no me pueden explicar cómo en España se va a poder financiar el Estado de Bienestar y la estructura del Estado, en un país donde ha trabajando en el sector privado 9 Millones de Personas que tienen que sostener no solo a sus familias, sino a 3,5 Millones de Funcionarios, 5 Millones de Desempleados y 8 Millones de Jubilados.
Pero bueno no hay prisa la crisis pone todo en su sitio y si no que se lo digan a Grecia que ha pasado de una situación en la que hasta los muertes cobraban pensiones a tener que suprimir dos tercios de los Ayuntamientos ya que para salir de donde se habían metido necesitan o un crecimiento del PIB del 20 % o una inflación de un 20 %, o un recorte del gasto público del 30 % o subir los impuestos un 70 %, y va a ser que les toca disminuir el Estado.
Este camino hacia atrás de los mastodónticos Estados es absolutamente inevitable en casi todos los países, aunque en unos en mayor medida que otros. En España en concreto la necesidad de disminución es inmediata ya que no puede ser que en nuestro país tengamos 8.114 ayuntamientos de los cuales el 60 % tiene menos de 1.000 habitantes pero todos tienen Alcaldes, concejales y funcionarios para prestar tantos o mejores servicios o sueldos que el ayuntamiento de Madrid; pero sin embargo Alemania con 82 millones de habitantes , el doble que en España se apañan con solo 5.000.
Y como guinda para el que no lo sepa las diputaciones provinciales nos cuestan 22.000 Millones de Euros unas instituciones que con la descentralización se han quedado sin competencias pero no sin presupuesto, total para una pocas competencias casi únicamente en el ámbito cultural, algunas también en la sanidad y la gestión -y mantenimiento- de carreteras. Pero poco más.
Aquí algo falla y creo que el Estado se nos ha escapado de las manos, y el problema es que no es para mejor sino para peor ya que desde siempre el sector público ha gestionado mucho peor los recursos que el sector privado, y si encima ha ido creciendo exponencialmente en términos absolutos y relativos al calor del boom inmobiliario sin tener en cuenta que todos estos ingresos tenían un componente variable muy importante que al desaparecer les ha dejado al descubierto y no solo eso sino que contando con esos ingentes ingresos nadie entiende como de la deuda acumulada no han pagado ni un duro.
Y es que los presupuestos no dan más de si, lo justo para pagar los sueldos y poco más pero con el agravante de que la mayoría de Ayuntamientos acumulan deudas impagables y si no que se lo digan a Jerez toda una historia de terror público con unos ingresos de 237 Millones de Euros y una deuda de 637 Millones de Euros, o Madrid con unos ingresos de 4.500 Millones y una deuda de 6.400 Millones de Euros, y sin irnos más lejos el Ayuntamiento de Mazarrón que según se ha desvelado recientemente acumula una deuda de 32 Millones de Euros con unos ingresos entorno a los 30 Millones.
Creo que no merece la pena hablar más de este asunto y más debido a que llueve sobre mojado aunque estemos en pleno mes de Agosto , sino de imponer un modelo de gestión público más eficiente y que sin duda pasa por recortes públicos según mi opinión y para lo cual propongo las siguientes medidas que en ningún caso son inventadas sino que existen precedentes en el mundo de su buen funcionamiento.
Antes de nada, pienso que se deberían eliminar todos aquellos ayuntamientos con menos de 30.000 habitantes y realizar una mancomunidad para gestionar los servicios públicos aprovechando las economías de escala ya que no tiene sentido el mantenimiento de unas estructuras de servicios en un país donde 5.000 Ayuntamientos tienen bajo su paraguas menos de 1.000 habitantes.
Aunque parezca un poco radical, eliminaría la figura del Alcalde y lo sustituiría por la figura de un profesional gestor con una formación superior en gestión de Administración Pública y a ser posible con experiencia, que sería nombrado por los concejales elegidos por los ciudadanos pero que no se trataría de una figura política sino un perfil absolutamente profesional y que no tenía por qué cambiarse cada vez que hubiera elecciones.
Reduciría de forma importante el número de funcionarios ya que hay países done se apañan con 428 empleados para prestar servicios a poblaciones de 65.000 habitantes, cuando en pueblos como Mazarrón o Totana contamos con plantillas de 600 empleados para la mitad de población; y por supuesto los trabajadores que no funcionarios serían profesionales seleccionados por criterios de valía por comisiones de recursos humanos en sus departamentos (jardines, bomberos, limpieza, etc). Estarían, además, contratados en régimen laboral normal y corriente, como si trabajasen para cualquier empresa privada. Entre otras muchas cosas, esto quiere decir que, cuando hay una nueva elección local, literalmente, no hay ni un solo empleado del ayuntamiento que cambie: son los mismos el día antes y el día después. A la vez, al estar en régimen laboral normal, no hay situaciones demenciales como las creadas por nuestra regulación del funcionario en España.
Quizás la mejor manera de entender lo que hace el gestor municipal es pensar en lo que hace un gerente en una comunidad de vecinos. Los vecinos se reúnen de vez en cuando y deciden, pongamos, reparar el ascensor. Pero una vez que está decisión se ha tomado, es el gerente el que se encarga de su implementación. El que el gerente sea del PSOE o del PP es bastante indiferente: lo que quieres es que sea un buen profesional que sepa tratar con los de la empresa de ascensores y te hagan la reparación bien y barata. De hecho muchas comunidades de vecinos de edificios grandes en Madrid o Barcelona tengan más habitantes que buena parte de nuestros municipios, con lo cual la analogía es incluso más transparente.
Otro aspecto interesante es que cada uno de los 14 concejales representa a un barrio (que se definen como grupos de población más o menos iguales para mantener la representatividad) en elección mayoritaria uninominal de tal forma a que los concejales no representen un todo sino que cada uno sepa con pelos y señales a los señores a los que representan y ante los que se le tiene que caer la cara de vergüenza si algo no funciona bien en el barrio.
Bueno creo que me he extendido demasiado pero es un tema que me apasiona y creo que es un debate que creo y espero se ponga más pronto que tarde encima de la mesa por el bien del país y por supuesto de los ciudadanos ya que la otra alternativa es una subida salvaje de impuestos que a parte de no poder pagarse solo sirve para que una seguir alimentando una bestia endogámica e ineficiente.
Así que ya saben, el mejor alcalde…, ¡ninguno!
El análisis de los Ayuntamientos es extensible al resto de la administración. La crisis del ladrillo es una broma al lado de la crisis de la “administración”. Gestores que no gestionan, faraones embarcados en proyectos mastodonticos sin criterio económico alguno,creadores de realidad virtual sin pisar el suelo, el suelo que si pisamos los que pagamos, los que nos toca vivir la verdad de cada día. Que nadie se engañe, estamos ante la quiebra de un sistema político basados en el despilfarro e irresponsabilidad desmedida. La salida: menos Estado y mas economía, menos políticos oportunistas y mas gestores con experiencia a sus espaldas.
Efectivamente este es el mensaje y creo que la lección que debemos de extraer de esta crisis, aunque será difícil de conseguir.
Un Saludo y Gracias por tu comentario.
Hay que volver al funcionario interventor independiente en todas las administraciones públicas, que de parte de cada gasto, e impida estos excesos, pero para ello hay que PROHIBIR la existencia de las empresas y fundaciones públicas cuya contabilidad escapa a la fiscalización de estos interventores. Como por ejemplo pasa en la Junta de Andalucía donde para gestionar el Agua, existe EGMASA (Empresa Pública) la AAA (Agencia Andaluza del Agua) y la Consejería de Medio Ambiente con sus 8 Delegaciones provinciales, y como guinda la Confederación Hidrográficas dependientes del Mº de Medio Ambiente, en una ensalada de organismos con funciones solapadas, que se subcontratan unos a los otros con un descontrol contable de aquellas ajenas a la fiscalización del citado funcionario independiente interventor.
Buenas Carlos ante todo muchas gracias por tu colaboración en este blog, donde dejas efectivamente patente lo difícil que va a ser poner en orden a la Administración Pública ya que las marañas y malas costumbres creadas son tantas y durante tanto tiempo que va a costar sangre, sudor y lagrimas, pero pienso que no va a quedar otro remedio; ya que aquí en Murcia hay multitud de Ayuntamientos que han dimensionado su estructura de gastos en base a unos ingresos absolutamente irreales, y ahora cuando nos hemos dado de bruces con la realidad no tienen dinero ni para pagar la luz y el agua.
Ya veremos que es lo que ocurre.
Un Saludo.