Prefiero recordar Haití con esta imagen y no con la imagen de la desolación, destrucción y dolor causado por nuestra madre Naturaleza que tanto nos ha dado aunque de vez en cuando nos recuerda el lado oscuro de la vida, en esta ocasión se ha cebado con un pueblo golpeado por el hambre desde hace mucho tiempo y que forma parte de la Historia de nuestro país a través del descubrimiento de América, La Española.
Ante la cantidad de gente que lo ha perdido todo, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que de los nueve millones de habitantes de Haití, uno de los países más pobres del mundo: dos millones de personas necesitarán el mes que viene asistencia alimentaria urgente.
Numerosas ONG han abierto diferentes cuentas bancarias “de emergencia” para, a través de donaciones, recaudar dinero que será enviado de manera urgente a Haití y, en especial, a su capital, Puerto Príncipe, que el pasado lunes fue devastada por un terremoto de siete grados de magnitud en la escala de Richter dejando miles de muertos y heridos además de centenares de edificios derruidos.
Según explicaron diversas organizaciones, la situación de los niños y mujeres en Haití era ya de “gran vulnerabilidad” antes de que el terremoto golpeara la isla, puesto que se trata de uno de los países más pobres del mundo –que cuenta con el segundo índice más alto de densidad demográfica en el hemisferio occidental– y que además tiene que lidiar con un desastre natural “después de otro”, como la devastadora temporada de huracanes que sufrió en 2008 y de la que “aún no se había recuperado”.