He recibido de un conocido un artículo del profeso Jose Carlos Diez, que para algunos que no os suene es economista jefe de Intermoney, el primer bróker español creado en 1973 y en la actualidad dentro del grupo CIMD, líder de intermediación de deuda pública y mercado interbancario en España. Desde su puesto actual asesora a entidades financieras y empresas, es panelista de previsiones del BCE para la economía europea y de Funcas para la economía española y tiene una presencia activa en medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales.
Ahi no es nada y es un abezado defensor de la psicologia social como formula para entender los comportamiento económicos, para lo cual os traigo un relato verdaderamente curioso y esperanzador, y que en cierta medida comporto ya que los comportamientos sociales están muy influenciados por las expectativas y estados mentales de la población, ya que durante esta crisis todós los españoles estamos en estado de crisis unos con motivo y otros sin ellos, lo cual se traduce en una pasada de frenada en las consecuencias macroécnomicas de esta.
Pero el problema no queda ahí sino que nuestra visión del futuro se ve oscurecida por nuestra situación actual que sin duda es transitoria y que muchas veces nos hace más daño que las propias consecuencias de la crisis.
Buenos sin más dilación os pego el relato que me ha enviado Fernando a ver que os parece:
“Ayer di clase en CIFF, la escuela de negocios de la Universidad de Alcalá, que tiene un master en finanzas patrocinado por el Banco de Santander, que se imparte en inglés y que atrae a estudiantes de los cinco continentes. Yo imparto el módulo de mercados emergentes y aprovecho que la mayoría de estudiantes provienen de países emergentes para pulsar la situación de sus países. Ayer en el turno de debate fui preguntando a cada alumno la evolución de su país durante la crisis y las perspectivas futuras, apoyadas en las previsiones del FMI del pasado octubre.
Había cinco alumnos españoles, tan sólo el 15% del total, y les pregunté cuál había sido la evolución de España en el último año. La respuesta fue unánime “España ha sido la economía que peor se ha comportado de la Eurozona después de Irlanda”. Les enseñé la nota del PIB del 2tr09 de Eurostat que te ajunto donde se ve cómo la tasa interanual de nuestro PIB ha caído menos que el promedio de la eurozona, mucho menos que el de Alemania o países más avanzados tecnológicamente cómo Finlandia y lo mismo que los EEUU.
Volví a preguntar: entonces ¿por qué nuestra percepción es tan negativa? La respuesta es fue que somos un país muy poco productivo y las perspectivas futuras son muy malas. Les enseñé la comparación de productividad por ocupado de España que te adjunto y se ve cómo estamos por encima del promedio europeo, igual que sucede con nuestra renta por habitante, cómo no podía ser de otra manera. También les advertí que en 2009 avanzaremos significativamente ya que nuestra productividad crecerá próxima el 3% y la de la Eurozona caerá próxima al 3%.
Volví a preguntar ¿por qué tenemos una percepción tan negativa? Entonces me dijeron que no somos competitivos y les dije que nuestras exportaciones habían caído menos que el comercio mundial y que las de nuestros socios y se habían recuperado antes.
Volví a preguntar y una alumna rusa me dijo que el Gobierno español transmite un mensaje pesimista y de poca confianza sobre la recuperación a diferencia de Obama. No supe que contestar pero ahora creo que tiene razón, aunque María no sabe que el año pasado el Gobierno gastó absurdamente su credibilidad negando la crisis justo después de haber ganado unas elecciones con mayoría suficiente.
Volví a preguntar y llegamos a la esencia del pesimismo, tenemos la mayor tasa de paro de Europa después de Letonia. Aquí el dato es irrefutable y sin duda es nuestra prioridad para la próxima década pero les expliqué que en la última década España ha recibido casi cinco millones de inmigrantes y que ahora hay 1.2 millones desempleados. Que en el último año hemos destruido 1.5 millones de empleo pero que hemos aumentado nuestra base de ocupados un 50% en el último ciclo que hemos creado uno de cada tres empleos que se han creado en la Eurozona, el doble de empleos que Alemania y el triple que el Reino Unido y les pregunté si creían que eso era un milagro económico.
Me dijeron que el empleo era de mala calidad y les dije que en 1994 sólo había 6 millones de asalariados con contrato indefinido y ahora son 11.5 millones y que casi el 30% de los ocupados tiene estudios universitarios.
Entonces dudaron de su percepción y yo les pregunté si pensaban que la excesiva percepción negativa era un reflejo de nuestra baja autoestima y limitaba nuestro potencial de crecimiento y todos respondieron afirmativamente.
De nuevo les cree dudas. La neuroeconomía nos enseña que los humanos ponderamos mucho en nuestra toma de decisiones la información reciente por lo que el excesivo pesimismo condiciona la recuperación y la volatilidad cíclica de la economía española pero no su potencial. En la crisis de 1992 nadie apostaba por el futuro de la economía española ni un duro y cuando venga la recuperación, que ya está cerca, irán olvidando la crisis y volveremos a tener un ciclo expansivo, boom inmobiliario, desequilibrios, etc. El problema es que al pesar la información reciente las expectativas son adaptativas y tardarán bastante tiempo en olvidar la crisis, cómo sucedió en 1992.”
Lo que si es cierto es que independientemente de la gravedad de la situación, debemos de mantener la esperanza y la ilusión que un día seguro nos permitirá y ayudará a salir de esta situación, y ante todo sacar pecho y orgullo por nuestro pais y nuestra capacidad de generar riqueza y prosperidad para las generaciones futuras.