Es práctica habitual en muchos establecimientos que el empresario con poca ética se aproveche de gente desesperada por conseguir dinero o gente que directamente ignora que tal metal cotice en bolsa y que esté en máximos. Le puede ofrecer 20 euros por gramos por una cadena de 8 gramos cuando en realidad el precio del gramo es de más de 45 euros.
Aunque se intente controlar el tema es altamente complicado ya que se entra en un circulo en que la persona que llega con una cadena de oro quiere el dinero, el de la tienda hace sus complejos e inventados cálculos del precio del oro y le paga lo que quiere, y si no que se vaya a otro lado donde le pagarás igual o pero. El particular no pide factura ni tiquet ya que para que lo quiere si él tampoco va a declarar nada ante hacienda, poco que le han dado y encima que hubiere de pagar impuestos, y el de la tienda con ese oro o se lo vende a otra persona o directamente lo funde para hacer lingotes u otras piezas que pueda sacar más fácilmente a mercado. Ahora con el miedo que hay con las entidades financieras y el riesgo de que el sistema euro llegue al colapso mucha gente opta por cambiar su “papel” por metales preciosos, básicamente oro y plata, ya que piensan que en caso de “Mad Max” se podría cambiar una moneda de plata por 4 huevos de gallina ya que el dinero solo sería papel.
Así que, aprovechándose de la volatilidad del precio del oro y de que la mayoría de su negocio es entre particulares que tampoco van a declarar nada al fisco, estas empresas de compra-venta de oro declarar prácticamente lo que quieren a Hacienda.