He intentado ilustrar con una imagen el presente artículo, y la verdad es que a veces se hace difícil y en la mayoría de las ocasiones opto por una imagen que tampoco dice gran cosa, pero en esta ocasión la verdad es que he sido muy afortunado porque la imagen es un fiel reflejo de nuestro sistema de pensiones, la verdad es que sobran las palabras.
El tema de las pensiones es una de las temáticas del ámbito económico que más me apasionan y de las que he escrito de forma más recurrente en el blog, y es que se trata de ese tipo de problemas del que nadie quiere hablar pero todos saben que está ahí, me recuerda al libro de crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Marquez.
Que los ciudadanos de a pie nos hagamos el sueco con respecto a las pensiones y miremos hacia otro lado está bien, pero que lo haga el Gobierno es harina de otro costal y eso es lo que sigue ocurriendo a pesar del momento de la crisis en el que nos encontramos y de la gran cantidad de recomendaciones de instituciones internacionales y analistas, y a los hechos me remito ya que la semana pasada el señor Montoro nos explico que no solo que no se van a reformar sino que van a subir un 1 % para 2.013 y se van actualizar este año lo cual significa otro 2,7 % probablemente, o lo que es lo mismo casi 4.000 Millones de Euros más de gasto.
Ya tenemos los Presupuestos Generales del Estado para el 2013, o más bien la propuesta que salvo alguna enmienda que apruebe la mayoría absoluta del Partido Popular serán los que rijan nuestras cuentas públicas el próximo año. Estos nuevos presupuestos van a dar mucho que hablar, de momento conocemos las grandes líneas, pero queda por conocer por ejemplo el detalle de cómo se reducirá cada partida presupuestaria por Ministerio.
Si sabemos, que todo es reducción, con tres excepciones las becas, el pago de intereses de la Deuda y las pensiones, que subirán el 1%, además de compensar la subida del IPC de este año, que este septiembre por obra y gracia de la subida del IVA ya está en el 3,5%.
Pero la subida de pensiones tiene un precio, por un lado se intenta “sacar pecho” políticamente, se vende la independencia frente a la Unión Europea tras días en el que se filtraba en prensa una posible exigencia de su congelación, y por otro, esta claro el guiño a 3 elecciones autonómicas, Galicia, País Vasco y Cataluña, que se celebrarán este octubre y noviembre. Pero para ello, se va a utilizar 3.063 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para resolver problemas de tesorería, después de que en el pasado mes de agosto, el Gobierno ya recurriera al Fondo de Prevención y Rehabilitación, del que tomó 4.400 millones.
Sacrificar el futuro
¿Es necesario? Es cierto que congelar las pensiones subiría aún más la crispación que hay en la calle y tiene un enorme coste político, además de un impacto sobre el consumo, pero infinitamente menor que el que han tenido otras medidas, pero subirlas, cuando otros colectivos se la ha disminuido drásticamente su poder adquisitivo (subida del IRPF, mayores retenciones a profesionales, reducción de sueldos a funcionarios…) puede tener consecuencias muy negativas en el corto y largo plazo.
Y es que el propio Cristóbal Montoro se contradice, por un lado dice que “el fondo está para eso“, pero por otro, por la necesidad de garantizar el sistema de pensiones en medio de “una crisis de cotizantes” han renunciado a su proyecto de bajar las cotizaciones sociales un punto el próximo año. Y este es el problema, actualmente hay una importante crisis de cotizantes por el desempleo, cifras que en el optimista cuadro macroeconómico elaborado por el Ejecutivo, no se va a recuperar en el 2013, pero lo peor, es que aunque se recupere en los próximos años tenemos una crisis sistémica, y es que cada vez la proporción de jubilados frente a trabajadores activos va a ser mayor.
Piensen en un plan de pensiones
Usar ya el Fondo de Reserva, significa agotar margen del futuro, en el que no nos engañemos, la subida progresiva de la edad de jubilación hasta los 67 años se acelerará, al igual que parece más que inviable que futuras generaciones de pensionistas cobren el 100% de su pensión a medida que la evolución demográfica siga las pautas actuales. En resumidas cuentas, se sacrifican pensiones futuras en aras de unas subidas presentes.
Por tanto, sin pecar de alarmistas, recurrir al Fondo de Rescate no deja de ser una señal para que nos preparemos para el futuro. En su primera etapa como ministro de Economía, Pedro Solbes, advirtió sobre la necesidad de contratar un plan de pensiones, y siempre será recordado y recriminado por ello. Ahora, no hay intención de cometer ese error político, pero las dudas económicas son aun mayores, y se vuelve anteponer a una decisión racional la búsqueda de otros réditos. Por ello, a pesar de que la coyuntura económica no es la mejor, a los ciudadanos de a pie nos queda pensar en nuestro futuro, y en medida de nuestras posibilidades pensar en nuestra jubilación, que seguramente será más lejana.