Este año, definitivamente, no volveremos a ver rentabilidades al 4% TAE en los depósitos bancarios. Al menos no en los bancos españoles. ¿El principal motivo? Una “recomendación” del Banco de España que amenaza con penalizar los depósitos con extratipo.
Desde principios de año circulaba el rumor a nivel bancario que los dépositos de alta remuneración habían terminado, de hecho he encontrado verdadera reticencias a cerrar operaciones; como esto había ocurrido en más de una ocasión no le dí excesiva importancia pero el rumor ha ido perdurando y estaba extendido prácticamente a largo y ancho del sistema financiero español.
La resolución a esta situación de suspense ha venido a principios de semana ya que se ha hecho oficial que el Banco de España ha distribuido una circular interna a las entidades avisando de una nueva medida que penaliza a los depósitos que ofrezcan demasiada rentabilidad. Las mismas entidades nos explicabandos detalles más: (1) esta penalización se aplicará sobre el core capital del banco que traspase el umbral establecido y (2) se aplicará con carácter retroactivo a todos los depósitos comercializados a partir del 1 de enero de 2013.
Pero Invertia.com publicaba horas más tarde información más detallada y precisa al respecto: al parecer, se trata de una “recomendación en el marco del Memorandum de Entendimiento (MoU por sus siglas en inglés) para el rescate de la banca española que en su punto trece faculta al BdE para emitir ‘directrices de obligado cumplimiento sin necesidad de legislar’”.
Esta “recomendación”, según informa la web de economía, limita los tipos de depósitos al 1,75% en los depósitos de menos de un año, al 2,25% para los de dos y al 2,75% para los de tres. En definitiva, se trata de una imposición “de arriba” que nace para ganar la guerra contra el 4% que perdió la denominada Ley Salgado en 2012. La prueba irrefutable: las decenas de depósitos que desde el 1 de enero han reducido drásticamente su rentabilidad:Oficinadirecta (de 4,50% a 2,25%), Bancopopular-e (de 4,50% a 2,25%), OpenBank (de 3,70% a 2,25%), Cajamar (de 4,50% a 1,75%), Activobank (de 4,10% a 1,75%)…
A esta nueva norma hay que añadir el hecho de que, entre inyecciones europeas y absorciones, los bancos españoles tienen sus necesidades de capital mucho más cubiertas y ya no necesitan comprar tan cara la liquidez al inversor de a pie, por lo que en estos momentos son muy pocos los depósitos vigentes que aún ofrecen el 4% TAE. En concreto, en el mercado actual solo encuentro 7 ofertas que traspasan este umbral. [Ver los 7 depósitos vigentes al 4% TAE.]
Francamente esto ya hace tiempo que ha superado la categoría de despropósito y uno se empieza a preguntar si tal como están las cosas lo mejor no sería ya directamente nacionalizar toda la banca española, porque no puede ser que todas la intervenciones vayan sólo en una misma dirección, proteger a los bancos y no a los ciudadanos. A grandes rasgos y resumiendo:
1- En España hemos pasado de tener 45 entidades financieras a poco más de 15 y disminuyendo. Si os preguntáis que significa esto para los consumidores y la competencia no os preocupéis que ya lo iréis notando con el paso de los años pero va a ser todo menos competencia.
2- Se han inyectado ciento de miles de euros de dinero público, tanto en rescates directos como en avales del Estado. Nunca en la historia de España tantos habían hecho tanto por tan pocos.
3- Encima por decisión del regulador, se decide encarecer uno de los principales productos bancarios, el depósito. Más dinero para la banca menos dinero para le ciudadano que ha hecho los deberes y ha conseguido ahorrar algo de dinero. Mientras, otro producto bancario por exclencia, el crédito, ese si queda libre a los precios que determine la banca… bueno si es que da algún crédito.
Resumiendo, tenemos un sector, que obviamente parece que se considera de interés nacional, que sobrevive sólo gracias a la inyección y apoyo de recursos públicos, que se encarece sus productos de forma artificial y no está prestando el servicio que se supone debe prestar (dar crédito) y que gracias también a la intervención pública hemos conseguido que se reduzca la competencia en el sector a la mínima expresión. Pero que a pesar de todo eso, sigue en manos privadas.
Por lo tanto con esto se certifica el final de la era del dinero fácil y del sueño dorado para los ahorradores, que sin mucha complicación y más teniendo en cuenta la garantía del Estado de que ninguna entidad financiera quebraría, podían obtener rendimientos fáciles y altos. Ha llegado el momento de buscarse la vida y si quieres rendimiento tienes que asumir riesgo y si no ya sabes el 2-3 %.